Comenzaré
esta crónica por el final:
En primer
lugar, quiero dedicar esta carrera a mi
amigo Carlos Aguerri, que hace un mes se fracturó la tibia cuando estábamos en
un entreno de preparación para la 101. Que sepas que me acordé muuuucho de ti.
Como ya te he dicho en varias ocasiones, tú eres fuerte y te vas a recuperar
enseguida. Seguro repetimos esta prueba contigo!!!
En segundo
lugar, quiero felicitar a los legionarios por la carrera mejor organizada de las que he
participado hasta hoy. Había legionarios hasta debajo de las piedras animándote
y arropándo a cada uno de los más de 8000 participantes. SOIS MUY GRANDES!! SACRIFICIO Y DUREZA!! VIVA LA LEGIÓN!! VIVA ESPAÑA!!!
Por último,
quiero agradecer todo el mundo que me ha apoyado durante todo este tiempo.
Comenzando por Yoani y los peques que son los que me animan día tras día a
seguir entrenando. Yoani, lo que te dije ayer!! jeje!
A Raúl, compañero de
expedición, y el verdadero culpable de mi participación en la 101.
Un placer
compartir este fin de semana contigo y Enhorabuena una vez más!! Agradecimientos también a mis compañeros del Club Correcaminos Alfindén
que me estuvieron siguiendo durante toda la prueba. Especialmente a Paz que
como nos tiene acostumbrados nos ha
apoyado desde el principio en este reto, así como en el entreno de los
Monegros, el viaje a la Estación y
durante la prueba desde el grupo de whastapp. MIL GRACIAS PAZ!!!
A Miguel Angel y Estela que también
fueron FINISHER participando en la
prueba por equipos. A los chinijos que también han estado ahí animando. Y por
último a todos vosotros que no os he nombrado y estáis leyendo estas líneas.
A las 11:00
de la mañana, después de dormir apenas dos horas por el puñetero frio que
pasamos Raul y yo en el piso de Ronda se dio la salida. No sin antes escuchar a
las autoridades y oficiales de la Legión y gritar un VIVA ESPAÑA!! Que hizo que
se nos pusiera la piel de gallina.
Nos deseamos
suerte Raúl y yo, y comenzamos a correr
entre la marea de gente en un día con la temperatura perfecta para correr.
Atravesar
las calles de Ronda repletas de gente
fue impresionante. La gente se deja la voz y las manos animando.
Los
kilómetros iban pasando sin darme cuenta y poco a poco iba adelantando
posiciones. Los caminos estaban un pelín embarrados pero se podía correr
perfectamente.
El Km 20, un
espectador me dice que voy entre los veinte primeros, mis sensaciones eran
buenísimas, podía correr más pero era mi primer Ultra y quería disfrutarla de
principio a fin como así fue. Aún así, fui adelantando posiciones hasta llegar
a ser sexto durante unos kilómetros.
Hasta el km 40,
todo perfecto, pero de repente, no me lo puedo creer, me vino un dolor
incapacitante en el culo, en el piramidal para los entendidos. No podía correr,
y mucho menos en cuesta. Por mi mente pasaron pensamientos de todo tipo… ¿me
tocaría hacer los 60 kms restantes andando? Sabía que en el Km 49 de Alcalá del
Valle había un avituallamiento con asistencia médica así que apreté los dientes
y medio andando medio corriendo llegué a duras penas. Esta fue la única parte de la carrera en que
no disfruté.
Una vez en
Alcalá los chavales de la cruz roja muy amablemente me echaron réflex, mil gracias majos! Me salvasteis la vida! Aunque sabía que esto
era pan para hoy y hambre para mañana.
Ahora mi próxima
meta era Setenil de las bodegas, un pueblo en el KM 57 donde sabía que estaban
los fisios. Poco a poco, el efecto del
réflex se pasaba y el dolor iba a más, pero al entrar en Setenil y ver las
calles repletas de gente animando hizo que se me pasaran todo los males. Tengo
que reconocer que aquí se me escaparon mis primeras lágrimas, cuando choque la
mano de dos niños que se me representaron a mis hijos. Pero no fueron los
únicos, todos los chicos te ponían la mano para que se la chocases. Te hacía sentir
como el ganador del Tour en una etapa de montaña.
Una vez en
Setenil, fui directo a los fisios, sabía que iba a perder mucho tiempo, pero
era la única forma de poder acabar.
Al ser el
primer corredor en llegar y necesitar asistencia, me cogieron cinco fisios y me
trataron como si fuera un profesional. Perdí más de media hora pero fue la
decisión más acertada de todas. Les di
las gracias uno a uno y me despedí de ellos.
Después de
correr los primeros metros, no me lo podía creer, el dolor había desaparecido.
Ahora no
tenía dolor y tenía muchísimas fuerzas para correr, así que poco a poco iba
adelantado corredores que me habían pasado mientras yo estaba en mi sesión de
masaje. En algunos tramos acompañé
durante varios Kms a alguno de ellos porque soy de los que me gusta ir contando
batallitas durante la carrera. Que si
soy maño, que si es mi primera vez, que si patatín patatán…
Comentar que cada 5 Kms había un avituallamiento repleto de legionarios animándote a más no poder y precupándose por cada uno de los participantes. Muy agradables todos ellos. Así que cada avituallamiento era un subidón!
Comentar que cada 5 Kms había un avituallamiento repleto de legionarios animándote a más no poder y precupándose por cada uno de los participantes. Muy agradables todos ellos. Así que cada avituallamiento era un subidón!
Casi sin
enterarme, llegué al Cuarte de La Legión donde sabía que había otro servicio de
fisios. Aproveché para coger cosas de la mochila que tenía allí preparada, para comer una copiosa comida en el comedor del cuartel y para otra sesión de masajes. En estos
momentos mi felicidad era enorme. Sabía que no lo iba a hacer mal porque iba
muy bien de fuerzas y los fisios me
atendieron a cuerpo de rey. Si en Setenil me trataron bien, en el Cuartel ya
fue espectacular. Perdí otra media hora pero mereció la pena.
Ahora ya
sólo quedaban 24 kms hasta la Meta y me encontraba mejor que nunca. Sin duda
era la parte más dura pero me encontraba como un toro.
Todavía
faltaba la sorpresa final. En el Km 85 aproximadamente, el camino estaba
embarrado, correr era imposible, las zapatillas o se clavaban en el lodo. Me lo
pasé en grande jeje! 5kms de subida por
barro para luego bajar. Me puse a correr y ZAS! Menuda leche me metí, la
primera vez que hago el spagat en mi vida jeje! me puse como un cochino de
barro. Seguía disfrutando…!!
Una vez
pasado el tramo del barro nos esperaba la famosa “cuesta del cachondeo” del km
98 al 100 que tanto había oído. La madre del cordero!! Aquí me piqué con un corredor con bastones
que al final me ganó jeje!
Una vez
arriba, ya se oía los gritos de la gente. Mientras más te acercabas a la Meta,
más gente había.
A 300 metros de la meta, ya no me pude
contener, por segunda vez en esta prueba,
me emocioné. Durante los últimos minutos me vinieron a la mente muchos
recuerdos que los guardo para mí.
El tiempo, es
lo de menos, pero aquí lo dejo para el recuerdo. 10h 54 minutos de puro
disfrute!! ;)
MUCHAS
GRACIAS 101 24HORAS LA LEGIÓN!! VOLVERÉ!!!!
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