QUERER ES PODER!!!: CAMINO DE SANTIAGO 104KM 24 HORAS

Voy a tratar de resumir en unas pocas líneas lo que me dio de sí el "CAMINO DE SANTIAGO 104K EN 24HORAS".
Aprovechando que la familia nos íbamos a pasar las vacaciones de Semana Santa por el Norte de España, se me ocurrió hacer el Camino de Santiago del que tanto y tan bien me han hablado.
Como no quería restar mucho tiempo de las vacaciones a mi familia, me propuse recorrer en menos de 24 horas los 104 kms que distan Lugo de Santiago de Compostela por el CAMINO PRIMITIVO y que te otorgan el certificado de peregrinación LA COMPOSTELA presentando el CREDENCIAL
Concretamente, el Domingo por la tarde haría 50kms y el Lunes por la mañana los 54kms restantes.

El Domingo 9 de Abril, cuando el reloj del Ayuntamiento de Lugo, marcaba las 12:00 horas, me despedí de la familia por un rato y mochila a la espalda, comencé el camino. El termómetro se acercaba a los 30 grados, lo nunca visto en Galicia para estas fechas. Para mi un aliciente porque me encanta el calorcito, soy como los lagartos que corretean por el monte a 40 grados ;)
Comencé desde la Puerta de San Pedro de la Muralla Romana, atravesando la bonita ciudad de Lugo y nada más cruzar el puente sobre rio Miño, me esperaban las primeras cuestas, que me preparaban para lo que se me venía encima, el Camino de llano tiene poco... ;)

PLAZA DEL AYUNTAMIENTO

PUENTE SOBRE EL MIÑO

Los paisajes que atravesaban el Camino de Santiago por la provincia de Lugo eran de una belleza espectacular. Y a diferencia con el Camino Francés, en el Camino Primitivo apenas coincidí con una veintena de Peregrinos lo que lo hace distinto. También es verdad que a la hora que lo hice, ya estarían descansando en los albergues, y especialmente ese día que el calor apretaba de lo lindo.

En el kilómetro 30 aproximadamente atravesé la localidad de Ponte Ferreiro y algunas otras localidades con albergues en los que aproveché para sellar el credencial. Como anécdota de este día, en el albergue A Retorta, un peregrino me dio una barrita energética porque el empanado de mi, me dejé el dinero en el bolso de Yoani, y al no llevar más comida, tuve que comerme los últimos geles caducados que llevaba en la mochila por si acaso.

SELLANDO ELL CREDENCIAL EN UN ALBERGUE

PUENTE ROMANO FERREIRA

CON UN COLEGA

Con 50 Kms en las piernas, y con las piernas muy castigadas, que me recordaban que hacía 6 días había corrido la Maraton de Zaragoza, llegué al bonito pueblo de Mélide, donde mi familia me estaba recibiendo.

Una vez aquí, nos dimos un paseo por el pueblo y nos fuimos a la Pulpería Ezquiel a tomar un buen pulpo para recuperar fuerzas. Tan bueno estaba el pulpo que repetimos.

HOMENAJE EN PULPERÍA EZEQUIEL (MELLIDE)

Al día siguiente, el despertador sonó a las 5:30 de la mañana, si todo iba bien, llegaría antes de las 12:00 a Santiago de Compostela. Por delante 54 Kms muy duros por el cansancio acumulado, pero la motivación y la belleza del recorrido hacían que los kilómetros se me pasaran volando.
En Mellide se unen el Camino Primitivo y el más frecuentado Camino Francés, pero al salir antes de las 6:00 de la mañana, apenas coincidí con peregrinos hasta el amanecer poco antes de Salceda. Desde aquí, si pude adelantar a cientos de peregrinos, la mayoría extranjeros que venían ya muy cansados con bastantes kms en las piernas.

SALCEDA

Cuando mi reloj marcaba las 11:15 y 100kms recorridos, llegué al Monte de Gozo. Desde aquí sólo restaban 4kms cuesta abajo, así que muy mal se me tenía que dar para no llegar.

MONUMENTO MONTE DE GOZO

A las 11:55, bajé acompañado de la familia las escaleras que bajan a la Plaza del Obradoiro y conducen a la Catedral de Santiago.

En ese mismo momento un gaitero soplaba la gaita e hizo que se me pusiera la piel de gallina. Una mezcla de sentimientos invadieron mi cuerpo. Si de una cosa estoy seguro, es, que esta aventura la voy a repetir con más tiempo y saboreando cada metro del Camino, me quedaron las ganas de disfrutar tranquilamente de las belleza del Camino de Santiago, de sus pueblos, ciudades, lugareños y como no, de la convivencia con los peregrinos y las historias que hay detrás de cada uno de ellos.